viernes, 13 de junio de 2008

Cursilería nocturna


Vuelvo a la página en blanco. En dos semanas dejo mi chamba de marketing. Me ofrecieron hacer el guión del programa de tele Paso de Gato. Increíble. Voy a hacer un programa de tele, el guión, las entrevistas, ahí detrás buscando la información y plasmándola. Voy a verme en la tele, no a mí, a mis palabras. ¡Qué lujo, qué ego! Pocas cosas me entusiasman tanto.

Pero no es eso lo que me trae feliz. Es saber que se me busca para hacer esos trabajos, es saber que la sabia de mis manos es buena, que se puede compartir, que va a hacer crecer. Es pensar que podré vivir de ello, que mis hijos, tal vez, primero nazcan, podrán vivir de ello. Sí, es un don, es algo que no es mío, que estaba ahí antes que yo y que ha crecido dentro de mí y ahora nacen sus frutos.

Pero no es eso lo que me trae feliz. Es ver mi independencia de mi pasado, de mis trabas, de mí, de mi otro yo. Y reconocer a uno nuevo.

Pero no es eso lo que me trae feliz. Lo que me hace feliz es saber que esto terminará, como todo, como estos momentos de insomnio, y esta vida que nunca acaba de sorprenderme.

Y me traes feliz tú, Paola, porque tampoco dejas nunca de sorprenderme, ni de reconstruirte nuevamente nueva cada vez que veo la foto de un espejo con un reflejo de ti.