I
Antígona y Edipo. En su cocina. Cenan alcachofas.
A; No hay papaya / no es temporada / de papaya. / Hay melón / sandía / mangos dulces / ciruelas ácidas. / Pero no hay / papaya.
E; Nada / cenaré entonces / me da asco tu cara.
A; Será porque a ti / me parezco yo.
E; A la puta de tu madre / te pareces tú.
A; Me dijeron / en la escuela / que tendría mañana / que ir.
E; ¿Con quién / me quedaré yo?
A; Solo.
E; Solo / no puedo estar.
A; Podrías / la vida quitarte.
E; Te gustaría / pero esperaré, / vengan a quitármela a mí.
A; Que no tarden / o me la quito yo.
E; ¿A mí?
A; A mí.
E; Nada vale.
A; Tanto / que sin mí / estar no puedes.
E; Me lo debes / soy tu padre.
A; Esa deuda / terminé de pagar / años atrás. / Las cicatrices hablan solas.
E; Entonces lárgate / nadie te obliga.
A; Mi corazón / de madre.
E; De puta, / de imbécil.
A; No me grites.
E; (susurrando) De puta, / de hija de puta, / imbécil.
A; La escogiste / tú.
E; Y de ella / me deshice. / De sabios es errar.
A; De sabios es / saber errar. (Sale.)
Edipo, al público.
Antígona, Caín y Abel, junto a fuego y cucharas.
A; De ti me fío / no de tu hermano.
CA; Está ciego, sordo y mudo.
A; No es por eso / que de él / no me fío.
CA; Él es bueno / siempre al lado mío / me ha servido.
A; Hablaría / no se callaría / una infamia es.
CA; ¿Qué es?
A; Comienza a preguntar / ya. / ¿Lo ves?
CA; No es él / sino yo que pregunto / ¿qué es?
A; ¿Y tú / nada dirás?
CA; Nada.
A; ¿No gritarás / sin fuerza en las manos? / ¡Esta es puta / puta nacida de puta / puta muerta y puta viva!
CA; Puta mi madre solo. / Tú eres ángel / o diablo / pero de hecho divino.
A; ¿Tú me quieres?
CA; Yo te amo.
A; Bien sabes / que no puedo / contigo estar.
CA; A tu padre / habría que matar.
A; Eso quiero.
CA; ¿Lo quieres ya? / Yo te doy / pistola o cuchillo.
A; Yo te pido / que lo mates tú.
CA; Una jeringa / te inyecto / en la dulce vena del brazo. / Mas no una ácida suerte / en cuello viejo.
A; Te lo pido.
CA; No lo hago. / Solo no.
A; Yo te pago.
CA; Solo no. / Sino con mi hermano, sólo.
A; Yo te pago.
CA; Páganos / bien / y bien / le mataremos.
A; Yo les pago. / Mátenlo y pueden / de mi casa / todo llevarse.
CA; ¿Y tú?
A; No me tocarán, / ni sus gritos / ni sus dientes / ni el verde cuchillo / de sangre hirviente.
CA; ¿Te arrepentirás?
A; Habla tu hermano.
Y me gusta. El ritmo del verso no es bueno y tiene fallas en la pragmática (¿?) de la información, en cómo la doy. Todo resulta demasiado abierto. Siento que es un buen comienzo. Me gusta reconstruir el lenguaje, sé que me falta mucho, pero me gusta empezar a hacerlo, tengo que pulirlo.
Las razones de los personajes están poco trazadas... pero es la primera vez en mi vida que logro escribir una sinopsis en un día, clara y corta. Ya es ganancia, ahora tengo que ver cómo cuento esta historia...
Cada vez se me aclara más la idea de hacer teatro hacia algo. Estaba pensando escribir un monólogo para representarlo en escuelas, hablar sobre la drogadicción, la violencia, el alcohlismo, etc. Partir hacia la pedagogía, hacia la psicología, tener un acercamiento con el público.
Desde que llegué a México comencé a pensar en las tres divisiones del teatro: la escena, el patio de butacas y la mezcla entre los dos. No sé si es una división dialéctica, aunque lo parece (tesis = escena, antítesis = patio y síntesis = la relación). Creo que no lo es, porque cuando hablo de la síntesis, o de la relación entre el público y los artistas, no hablo del tiempo de representación, sino de otro tipo de teatro. Para aclararlo mejor, diría que existen tres tipos de teatro: el teatro para los artistas (como experiencia), el teatro para el público (como espectáculo) y el teatro como relación (como intercambio). Generalmente podemos encontrar estos tres teatros en una misma obra porque los actores actúan para sí, aprenden y disfrutan con su trabajo, los espectadores los miramos y estamos distanciados de ellos y hay un intercambio, aunque sea uno energético, o económico.
Para definir cada tipo tendríamos que mirar cuál es la jerarquía, ¿quién manda? Si el público manda, la experiencia artística será menor, mientras que, si el artista manda y su espectáculo está orientado a ser una experiencia "para sí", el público pierde importancia. El teatro que a mí más me importa es el de la doble relación, el que se conforma gracias al público y a los actores, el que cambia estructuralmente dependiendo los sujetos que lo crean y que lo observan. Un ejemplo, muy popular en esta época, es el teatro de improvisación. Sin embargo, tiene muchas limitaciones temáticas y estructurales. Además, no se logra una experiencia profunda de ambos, los espectáculos (sin ánimo de ofender) son superficiales y su deseo es divertir (lo que agradezco).
Me inspiro en las improvisaciones pero me pregunto: ¿se puede ir más allá? ¿Qué hay más allá? ¿Hacia dónde podemos ir? Me pongo una meta, llegar a la mente, hacer una verdadera psicoterapia social.
Tengo dos propuestas.
Un monólogo educativo con el que se cree una plática y una creación colectiva. Pienso en una obra como Peer Gynt, un personaje absorvente que se meta con el público, como lo hace con su madre. Tendríamos que improvisar y tener un guión flexible. Esta sería una propuesta de relación patio-escenario donde el artista haga fluir la energía.
Una sala de teatro que involucre al público que acude o que viva cerca (esta opción sería la más adecuada) de él y que se creara a partir del mismo público y para él. Se hablarían temas de importancia local con gente local. ¿Quién organizaría? Esa es una buena pregunta, un director fuereño, etc. Esta sería una propuesta de relación patio-escenario con un flujo de energía público hacia los creadores.
No voy ahondar en esto. Como pueden ver también propongo dos tipos de flujos, el que nace del público y que nace de los creadores, estos dos polos no sé si tengan que ver con lo que dije anteriormente y como ya me tengo que ir no voy a seguirle por ahí.
La conclusión
Quiero darle la vuelta a mi situación. Estudié teatro, me apasiona, pero quiero aplicarlo. Lo primero que se me ocurrió fueron estas dos ejemplos. Uno destinado a la psicología de unos jóvenes y otro a la salud de una comunidad. Creo en el teatro como centro neurálgico de la comunicación de una sociedad pero también como una relación íntima intelectual y emocional donde puede llegar a haber una "catarsis" psicológica... (ahí me seudoexpliqué mamoneando.)
Quiero llegar ahí, y debo empezar por dejarme de preocupar por mí y comenzar a preocuparme por los demás. No es ¿a qué me voy a dedicar para ganarme la vida? ¿Sino qué le va a dar a los demás lo que me haga ganarme la vida a mí? Como parte del pensamiento eco que nos viene por todos lados. No es ¿cómo consigo más agua? sino ¿qué voy a darle a la Tierra por regalarme el agua que recibo?
Les dejo un abrazo de AMOR Y PAZ super ñero, forever y niu aich. Hoy estoy de buenas, ¡el domingo regresa Paola!