
Corríamos
bajo las piedras
del, inmenso, río
mojándonos
los pies
en el camino
Siete largos años
(los corrimos)
pasaron
tras de sí
pasaron
y metí
(ciego y tonto)
al manantial
la sed
Cayó el llanto
callé
Volví
al manantial
del que bebí
sangre y vino
ya desnudo
ya caído
ya muerto y vivo
Volví al manantial
derrocado y mudo
Viví
como los perros
bajo el agua ladrando
Canté
como un jilguero
mas
callado el llanto
Y corro hoy de nuevo
solo y lejos
con estrellas
en el lomo
con soles en los dientes
Corro lejos
del manantial
y corro
sobre las piedras
del seco río
que mi sed tragó
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