Mis amigos desconocidos
un parque
un jardín
un rancho
Tanto que hacer, nos divertimos
La tarde
una reunión para volar
(con propulsores)
Para comer, hago una pausa
Cheo
atravesar la cocina me aconseja (guía de menús, platillos exquisitos y peces vivos)
pero yo bajo al jardín donde mujeres y hombres...
hombres, mujeres de otro sueño: un bar de madera caliente
entre magueyes me cuelo y plantas
hasta encontrarme a Daniel
entre leones junto a la alberca
(está muy bien pero tiene poco alcance)
Laura se va. Daniel se queda. Me abraza de los hombros, platicamos agusto.
-o-
Nos vamos / me voy a otra casa, otro edificio.
Quiero seguir volando,
(recuerdo ahora el ansia, de caminar, de hablar, de no estar. Mercurio amable, Mercurio delicioso),
me pierdo.
Asomado al balcón (Tlatelolco sesentaiotxo)
vemos un destello
fuerte,
no entendemos,
euforia olímpica.
Un estruendo, una bomba atómica
todo tiembla, continuaelestruendo
Corremos abajo, lo dudo, corren abajo, me protejo por cuatro paredes, a subir vuelvo, a subir, a volar vuelvo, a volar.
DiciembreCeroOcho
domingo, 5 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario