Lo acepto
no irá el deseo
hacia las nubes
de pronto
mágicamente
no irá
no volará
vive arraigado en mis pulmones
mi aire
fuiste tú
mi sangre
mi viento
mis mares
te entierro
como semilla
naces
en el recuerdo
te entierro,
nuevamente
te entierro
y el deseo
no cede
el verde tallo
crece
sobre la tierra
y lo entierro
el dolor
no cede
tampoco
la tristeza
de perderte
de haberte
tenido
y perderte
ahora
por fin
por decisión
mía
no cede
y el dulce
camino
del perdón
el valle
frágil del olvido
¿dónde quedan?
¿dónde tomo ese camino?
y no cede
el deseo
de verte
y no cederá
porque lo entierro
¡que crezca!
¡que nazca
la semilla!
dejarela
la dejaré
como guisante
mágico
que crezca
y lleve
entre las nubes
este mórbido
deseo de vivir
contigo
o morir
en mí
JunioCERO9
lunes, 15 de junio de 2009
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javier, javier...
ResponderEliminartodo incomoda un poco, como debiera toda la poesía. Harta fuerza y fragilidad. harto equilibrio, pues. A partir de ahora soy fan de tu bló.
ficdiv
Luisa, gracias!!!!! Te mando un beso grande. Javier
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